La «transformación digital» no existe.
En 1996 dos economistas publicaron un estudio. Hacía 20 años que Apple había lanzado su primer ordenador. El estudio pretendía analizar cómo la introducción de los ordenadores había afectado a la productividad de las empresas. Y, no es ninguna sorpresa, demostraron que la introducción de la tecnología aumenta la productividad de las empresas.
¿Sólo el hecho de introducir la tecnología ya hace que aumente la productividad?
No. Aquí está la gracia.
Después de 20 años había empresas que habían conseguido un aumento de la productividad realmente interesante. Mientras que otras empresas apenas habían mejorado su productividad por mucha tecnología que hubiesen comprado.
¿Dónde está la clave?
En que hubo empresas que entendieron que para aprovechar al máximo la tecnología tenían que hacer cambios. Cambios en la organización, cambios en la relación con los trabajadores, cambios, incluso en la forma de las oficinas.
Y los que entendieron esos cambios y cambiaron sus procesos aumentaron la productividad de forma clara.
¿El resto? Habían gastado mucho dinero en tecnología. Y seguramente decían aquello de "esto en mi negocio no sirve", "las cosas en mi negocio funcionan diferente" o algo similar.
Aunque no lo parezca, todas las tecnologías pueden ayudar a un negocio. Eso sí, una nueva tecnología (cualquier novedad, como ahora la IA, la Inteligencia Artificial) no va a hacer que las cosas cambien de la noche a la mañana. Se necesitan varios cambios que, entre sí, producen un cambio mayor.
¿Cómo trabajamos?
Para cualquier proyecto lo primero que vamos a necesitar es analizar qué quieres, qué necesitas y cuál es la solución tecnológica adecuada. Por tanto, empezaremos con ese análisis.
Es imprescindible para cualquier proyecto que quieras hacer. Así que empezaremos por ahí (algunas empresas le ponen nombres como "discovery", por si lo escuchas por ahí).
Tendremos una sesión con las personas responsables de tu empresa para entender perfectamente el negocio, la necesidad y la problemática a resolver. Esta sesión (a algunos les gusta llamarlo "workshops") suelen durar entre 2 y 3 horas.
Después de analizar cientos de proyectos durante casi 20 años sabemos que menos es complicado porque no podemos llegar al detalle necesario para el análisis. Y más suele ser improductivo.
Por tu parte deberán acudir las personas o persona responsables de negocio y responsables de tecnología. También va muy bien que vengan las personas que van a acabar utilizando el nuevo sistema y las personas que traten con cliente (en caso de proyectos enfocados a cliente). Dependiendo del equipo, veremos si tiene sentido uno o se necesitan dos sesiones.
A partir de ahí desarrollaremos el análisis funcional del proyecto y te explicaremos cómo implementarlo.
Así que el resultado final será:
- Análisis funcional detallado de lo que quieres desarrollar. Tendrás mucha información concretada de la situación actual y del proyecto que quieres realizar. Así que podrás llevarlo a cualquier desarrollador y podrá implementarlo.
- Presupuesto en caso de que quieras que sigamos trabajando juntos.
¿Qué coste tiene este análisis?
El coste de este servicio es de 2.000€ + IVA
¿Qué pasa si ya tengo el análisis funcional hecho?
Entonces simplemente envíanos el análisis, te haremos algunas preguntas (porque seguro que nos aparecen dudas) y te enviamos un presupuesto de desarrollo.